Salud mental

Qué hacer ante una campaña difamatoria en Internet

Las campañas de desprestigio en Internet contra periodistas pueden dañar gravemente su reputación y su carrera. En este artículo, Reporteros Sin Fronteras (RSF) sugiere estrategias para que los periodistas se protejan ante este fenómeno.

La reputación de un periodista es uno de sus mayores activos. Las campañas de desprestigio en Internet, consistentes en difundir información falsa o engañosa sobre una persona, pueden socavar gravemente la credibilidad de un profesional de los medios. Cuando los periodistas son objeto de campañas de difamación en línea, Reporteros Sin Fronteras (RSF) les recomienda que se protejan siguiendo estos cuatro pasos:

  1. Documentar y denunciar: Los periodistas deben documentar los insultos, las calumnias y difamaciones guardándolos sistemáticamente en su dispositivo y denunciarlos a las plataformas, como las redes sociales o los motores de búsqueda. Éstos pueden tomar medidas eliminando la cuenta del agresor o bloqueando su acceso. Antes de denunciar el contenido, los periodistas también deben comprobar si se están violando sus derechos legales: señalarlo al denunciar los hechos a las plataformas podría ayudar en una futura acción legal.
  2. Evaluar el impacto: Los periodistas no deben reaccionar de forma exagerada cuando se difunde información falsa sobre ellos en Internet. ¿La información realmente causa un daño relevante? Si un artículo solo aparece en la página diez de un motor de búsqueda y recibe pocos likes en las redes sociales, probablemente la mejor opción sea ignorarlo. Una reacción desmesurada del periodista podría aumentar el alcance de la difamación, lo cual puede ser incluso la intención inicial de los atacantes.
  3. Realizar un comunicado: Si es lo suficientemente perjudicial como para merecer una respuesta, los periodistas pueden realizar un comunicado y contrarrestar la información falsa con hechos. No es necesario que sea público. Puede bastar con enviar el comunicado a contactos relevantes, como amigos, compañeros y redacciones con las que suelen colaborar.
  4. Considerar la posibilidad de emprender acciones legales: Si la información es manifiestamente falsa, sus autores podrían haber cometido un delito. Los periodistas deben confirmar que se han violado sus derechos y emprender acciones legales. Se recomienda contar con la asistencia de un abogado.