“Periodismo y trauma” es una serie de cinco artículos de Reporteros Sin Fronteras (RSF) que analiza el impacto del trauma psicológico en los periodistas. Abarca desde el trabajo de la organización con supervivientes de traumas, hasta las repercusiones personales y las estrategias de autocuidado. Este artículo examina algunos casos de labores periodísticas que pueden provocar traumas y cómo el sector aborda estas situaciones.
La cobertura de la violencia y otros temas estresantes es una tarea habitual en el ejercicio del periodismo. Esta exposición somete a los periodistas a un alto riesgo de estrés psicológico y trauma, problemas que a menudo se pasan por alto en el sector de los medios.
El trauma psicológico como accidente laboral
En marzo de 2019, el Tribunal del Condado de Victoria, en Australia, condenó al grupo de medios de comunicación “The Age” a indemnizar a un ex reportero, que denominaremos YZ (nombre ficticio por motivos de privacidad), con 180 000 dólares australianos por trauma psicológico. Esta sentencia supuso un importante reconocimiento de la responsabilidad de los medios por el impacto psicológico que sufre su personal en el desempeño de sus funciones.
Según las informaciones publicadas, YZ trabajó como reportera de sucesos y tribunales entre 2003 y 2013, cubriendo más de 32 asesinatos, lo que implicaba acudir a escenas del crimen, investigar los detalles de los casos y asistir a juicios. Esta exposición, especialmente a imágenes gráficas de muerte y violencia sexual, incluidas las de víctimas infantiles, le provocó frecuentes pesadillas y pensamientos intrusivos durante las horas de vigilia.
Tras ser diagnosticada con trastorno por estrés postraumático (TEPT), YZ solicitó un traslado, pero fue asignada brevemente a coberturas deportivas antes de volver a la sección de sucesos. Posteriormente, se le informó de que debía dimitir si no estaba dispuesta a cubrir sucesos, lo que la llevó a abandonar el periódico.
El precio de cubrir prolongadamente acontecimientos violentos
Un reportero de Hong Kong encargado de cubrir las protestas masivas de 2019 entrevistaba a sus fuentes desde el amanecer hasta el anochecer y luego redactaba sus artículos hasta altas horas de la noche, con poco tiempo para descansar.
Durante una cobertura directa de los enfrentamientos entre manifestantes y policías, vio a los agentes disparar gases lacrimógenos a quemarropa y fue testigo directo de los heridos. Estas experiencias le persiguieron con recurrentes sueños vívidos, en los que veía la pistola de gases lacrimógenos de la policía muy cerca de sus ojos y oía el fuerte “bang” al disparar.
“Tras más de un año, mi agencia ha prestado más atención al trauma, pero básicamente casi nadie habla de sus experiencias personales, el único tema que se toca es el de las posibles detenciones. Tenemos grupos para informar sobre la seguridad”, comenta un reportero que dirige un proyecto de investigación.
“Al fin y al cabo, como periodistas, creemos que debemos tener la capacidad de resistencia necesaria para afrontar diversas situaciones. Pero, en realidad, a veces el impacto del estrés va mucho más allá de lo que podemos imaginar”, añade.
Los periodistas como primeros intervinientes
“En situaciones de catástrofe, los periodistas a menudo nos dicen adónde ir y cómo mantenernos a salvo, colaboran con el personal de rescate para organizar las labores de auxilio y ayudan a las víctimas a escapar y a ser rescatadas”, explica Elana Newman, experta del DART Centre de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, fundado en 1999 para investigar el trauma y el periodismo.
“Por otra parte, el periodismo es una profesión que a menudo se enfrenta directamente al conflicto, la violencia, las catástrofes y el peligro”, prosigue Newman. “Las emociones acumuladas de conmoción, tristeza, miedo, ira, etc., pueden desgastar a los periodistas”. Para ofrecer orientación sobre cómo reaccionar, el DART Center dispone de un Manual sobre periodismo y trauma, disponible en inglés y español, que ha sido traducido al chino por RSF.
Sobre los autores:
- Chine Chan, licenciada en Psicología y máster en Salud Conductual. Tras trabajar como periodista, dedicó su actividad a los derechos humanos y el desarrollo.
- Ansel Lam, máster en Salud Conductual y coach ejecutivo certificado. Se dedica a la salud en general y trabaja en el ámbito de los derechos humanos y la formación.
→ Leer Parte 2: Cómo afrontar los retos psicológicos
→ Leer Parte 3: El autocuidado de los periodistas
→ Leer Parte 4: El trauma colectivo y la transformación de las identidades
→ Leer Parte 5: Entrevistar a supervivientes de acontecimientos traumáticos